Comunidades Energéticas: energía limpia con y para la gente

Las comunidades energéticas son una nueva forma de generar, gestionar y consumir energía que pone en el centro a las personas. Lejos de los modelos centralizados, en una comunidad energética los ciudadanos, organizaciones locales, pequeñas empresas o comunidades étnicas se agrupan para producir y administrar su propia energía, usualmente a partir de fuentes renovables como el sol, el agua, el viento o la biomasa.

Este modelo comenzó a tomar forma en Europa a raíz de la crisis del petróleo en los años 70 y del desastre nuclear de Chernóbil en 1986. En países como Dinamarca y Alemania, los ciudadanos empezaron a organizarse en cooperativas para construir sus propios parques eólicos o solares. Desde entonces, la figura ha evolucionado y se ha consolidado en la normativa europea, particularmente con la Directiva de Energías Renovables (RED II) y la Directiva del Mercado Interior de la Energía (IEMD), que dieron vida a las llamadas Comunidades de Energías Renovables (CER) y Comunidades Ciudadanas de Energía (CCE).

Hoy en día, las comunidades energéticas están presentes en países como Estados Unidos, Japón, Chile y, desde hace poco, también en Colombia.

Marco normativo en Colombia

En Colombia, el concepto de comunidades energéticas fue incluido por primera vez en la Ley 2294 de 2023 (Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026), específicamente en su Artículo 235, que modificó la Ley 1715 de 2014 para permitir la agrupación de usuarios en esquemas colectivos de generación, comercialización o uso eficiente de energía.

A partir de esa base legal, el país ha avanzado rápidamente en su desarrollo normativo:

  • Decreto 2236 de 2023: reglamenta parcialmente el artículo 235 y define aspectos como las actividades permitidas (autogeneración colectiva, generación distribuida colectiva, uso eficiente), la posibilidad de recibir infraestructura pública, y la forma de organización de las comunidades (figuras asociativas, sin necesidad de registro en Cámara de Comercio).
  • Resolución 40509 de 2024 del Ministerio de Minas y Energía: crea el Registro Nacional de Comunidades Energéticas y establece criterios para acceder a recursos públicos, especialmente para comunidades en condición de vulnerabilidad.
  • Resolución UPME 501 de 2024: define límites de potencia (hasta 5 MW) y condiciones de dispersión geográfica para las actividades de autogeneración y generación distribuida colectiva.
  • Estrategia Nacional de Comunidades Energéticas (2024): documento de política pública que define un ciclo de cinco fases (selección, viabilidad, estructuración, implementación y consolidación) para apoyar el desarrollo de comunidades energéticas en todo el país.
  • Manual de Gestión de Comunidades Energéticas: guía práctica para la implementación y sostenibilidad de estos proyectos, con herramientas, formularios e indicadores de éxito.
  • Proyecto de Resolución CREG 701 051 de 2024: se espera que sea expedido en los próximos meses. Esta resolución definirá las condiciones técnicas y económicas para integrar efectivamente a las comunidades energéticas al sistema eléctrico nacional. Su expedición será clave para desbloquear el pleno potencial de estos esquemas.

 

¿Por qué son importantes las comunidades energéticas?

Las comunidades energéticas representan una oportunidad única para democratizar la energía. No solo permiten reducir la dependencia de grandes generadores y distribuidores, sino que también ayudan a:

  • Reducir costos de energía para los usuarios.
  • Empoderar a las comunidades, especialmente en zonas rurales o apartadas.
  • Promover tecnologías limpias y reducir emisiones de gases de efecto invernadero.
  • Generar empleo local y fortalecer el tejido comunitario.
  • Fomentar modelos sostenibles de desarrollo económico.

 

Además, en Colombia, estas comunidades pueden acceder a financiación pública (incluyendo recursos del Presupuesto Nacional, regalías, FENOGE y cooperación internacional), y se priorizan aquellas ubicadas en zonas de paz, territorios étnicos o con pobreza energética multidimensional.

Un modelo con futuro

Colombia está construyendo un marco legal, institucional y técnico cada vez más robusto para impulsar las comunidades energéticas como parte de su transición energética justa. Aunque aún hay desafíos –como garantizar sostenibilidad financiera, formación técnica y acompañamiento continuo–, el camino está trazado.

Desde nuestra plataforma, seguiremos acompañando este proceso, conectando actores, compartiendo información y apoyando iniciativas locales. Porque creemos en una energía limpia, justa y gestionada con la gente y para la gente.